La Joven De Las Rosas - Kretser Michelle de (книги онлайн бесплатно без регистрации полностью txt) 📗
Claire miraba como su cunada los amontonaba en un plato y los cubria de azucar y nata, mientras reflexionaba en lo que acababa de decirle.
– ?Crees que es prudente… -pregunto- tan inmediatamente despues…?
Anne siguio llevandose cucharadas de fruta a su pequena boca rosa, incrustada como un grueso fruto en la cremosa extension de su cara.
– Cuanto antes tenga un varon antes terminara -dijo.
– ?No hay derecho! -La voz alta e indignada de un nino se oyo a traves del aire dorado. Espera diez anos, penso Claire, y te enteraras de todo a lo que no hay derecho.
Hubert salio a la terraza a grandes zancadas y arrojo una hoja de papel a la mesa.
– Otra vez Duval. La ultima vez fue robo de lena. Esta vez han dejado pacer a su ganado en la finca. Han derribado las cercas y los aparceros protestan porque llevan los rebanos a traves de sus campos. Duval ha presentado una queja al magistrado, pero ya no sirve de nada. Tendre que ir personalmente. -Se sirvio una taza de cafe y empezo a pasearse.
– Siempre estas a la carrera -comento Anne, limpiandose la nata de los labios-. ?Por que no dejas que tu administrador se encargue de ello? ?No esta para eso?
El paso por alto la pregunta; hacia tiempo que habian tomado la costumbre de dirigirse solo comentarios criticos.
– Pero Sophie y Mathilde llegan manana -dijo Claire.
– ?Estas insinuando que les consternara mi ausencia? -Un pensamiento lo asalto y volvio la cabeza hacia ella-. ?No traeran ese perro consigo?
– No, Hubert, Mathilde sabe que no permitiras que Brutus entre en tu casa.
El la miro con recelo.
– Pero dijiste que ella nunca querria ir a donde el no sea bien recibido. -Luego, esperanzado-: ?No habra muerto?
– ?Sabes, querida? -dijo Anne-, creo que prefiero el chocolate al cafe, despues de todo.
– Padre insistio en que viniera Matty.
Claire fue a la cocina, donde hablo con una criada. Al regresar se detuvo junto a la cuna y se inclino para mirar dentro. El bebe suspiro e hizo ruiditos entre suenos.
– ?Una nina adorable, Anne! Esos hoyuelos… Y nunca he visto unas pestanas mas largas.
– Si, ha salido a la familia de Sebastien.
Hubert habia acercado una silla y se servia un plato de fresones.
– Nunca hubiera creido a tu padre capaz de insistir en nada. A esa nina la han criado como a una salvaje. Deberian meterla en un convento e inculcarle un poco de disciplina.
– Olvidas que ya no hay conventos. Ni monjas para inculcarle nada. Padre creyo mas prudente que las ninas se marcharan de Castelnau hasta que las cosas se calmasen. Aunque, segun Sophie, todo ha vuelto mas o menos a la normalidad.
El resoplo.
– Caussade ha huido, casi todos sus concejales estan en prision y hay tropas procedentes de todas partes ocupando la ciudad. ?A eso llamas normalidad?
Una mujer de pelo cano aparecio con una jarra de chocolate, cucharas, boles, mas nata. Claire fruncio el entrecejo.
– ?Donde esta Marie?
– Le ha dado un vahido.
– No se que tiene esa chica… ha estado bastante rara ultimamente. Si las cosas no mejoran tendre que dejarla marchar. Las criadas enfermizas son insufribles.
– A mi me parece una criatura bastante agradable -dijo Hubert, concentrado en servirse jugo de fresones.
– ?Queda alguna de esas exquisitas tartaletas de vainilla de ayer? -pregunto Anne.
Pero Claire miraba a Hubert, que tenia los ojos clavados en su plato. Al cabo de unos momentos, dijo:
– Invitare tambien a Stephen. Ha terminado mi retrato y dice que le encantaria entregarlo en persona. Es una lastima que no estes.
Bueno, eso ha sido osado, penso Anne.
Hubert se volvio hacia su hermana.
– ?Por el amor de Dios! ?No sabes hacer otra cosa que comer y traer mocosos al mundo?
Eran como dos pajaros, penso Claire, Anne sentada sobre su nido y Hubert un gorrion belicoso.
Vencido por la magnitud de su mision, su hijo lanzo de pronto un espantoso bramido desde el parterre.
Mientras todo eso sucedia, una nina de ojos hinchados y rojos permanecia sentada en la cama que compartia con su prima en una estrecha habitacion en lo alto de la casa. Trataba de imaginar como iba a ser su vida.
5
La polinizacion tiene lugar de manera natural cuando las rosas crecen al aire libre, porque las abejas polinizan las flores. Pero si desean cruzarla de una manera controlada, si su ambicion es traer una rosa al mundo, sumarla a sus multiples fenomenos, he aqui lo que deben hacer.
La base de todo cultivo es la seleccion. Deben empezar escogiendo las caracteristicas que desean reproducir: el olor a almizcle de esa variedad de flores lilas, el tono rosaceo apergaminado tal vez, o la asombrosa forma doble de aquella otra. Las rosas seleccionadas por estas caracteristicas seran sus progenitores: el masculino o polen y el femenino o vaina. Su objetivo sera combinar las mejores caracteristicas de sus progenitores en sus descendientes.
Se escoge un capullo joven -uno en que apenas se vea el color- del rosal que han seleccionado como progenitor femenino y, con mucha delicadeza, se retiran todos los petalos. Eso permitira acceder a las anteras inmaduras, que deberan cortarse para impedir que la planta se polinice a si misma. Las abejas suelen pasar de largo ante una flor que carece de anteras portadoras de polen, pero para asegurarse de que ningun polen no deseado genera una semilla en la planta femenina, seria prudente cubrir con una pequena bolsa el capullo desnudo y sujetarla con firmeza. En unos dias el estigma estara maduro, ligeramente pegajoso. En ese estado esta listo para recibir el polen.
Mientras madura el estigma, se arrancan varios capullos recien abiertos del progenitor masculino. Con cuidado, se cortan las anteras y se ponen a secar sobre una hoja de papel. A continuacion, se introduce el polen seco en un receptaculo limpio: una cajita o un frasco de cristal. Cuidado con la humedad: si la caja o el frasco no estan perfectamente secos, el polen se cubrira de moho.
Ya se puede anadir el polen. Utilizando un pincel fino, se recoge el polen seco y se espolvorea sobre el estigma maduro. Si el polen germina, crecera como un largo tubo a traves del estilo hasta el ovario de la planta femenina; con el tiempo se formaran unas capsulas conocidas como vainas.
Hay que asegurarse de que la planta madre esta bien alimentada y regada en cuanto empiece a formarse una vaina. Al cabo de cuatro o cinco meses, esta se volvera naranja y ligeramente suave al tacto. Eso significa que esta madura. Entonces se abre la vaina, se retiran todas las semillas y se secan sobre un papel al sol. Hay que tomar precauciones contra los ratones, que son extraordinariamente aficionados a las semillas de rosas.
Se plantan las semillas en una bandeja poco profunda que contenga una mezcla ligera de propagacion, se riega la tierra y se deja la bandeja en un lugar fresco unas cuatro o seis semanas. Este periodo de enfriamiento hara que la mayoria de las semillas germinen cuando mas adelante se traslade la bandeja a un lugar calido.
En pocas semanas floreceran las plantas. Sin embargo, hay que esperar una segunda floracion para analizarlas con mas exactitud. Habra que estar preparados para las considerables diferencias que encontraran en los cruces resultantes: las rosas, como las personas, tienen tendencia a desconcertar, y pocas veces son fieles a su variedad. Habra que desechar la mayoria de las plantas, pero las que parezcan cumplir sus especificaciones deberan ser etiquetadas y plantadas en una maceta para un posterior analisis.
Hay que repetir el proceso cientos, si no miles de veces, para tener alguna posibilidad de producir la rosa que solo florece en la imaginacion.
Como puede verse, el final de la primavera es un momento crucial para los cultivadores de rosas. Por eso se entiende que Sophie trabajara hasta tarde con tijeras, pinceles y bolsas de muselina. Que estuviera muerta de cansancio pero que durmiera mal, con las rosas irrumpiendo en una confusion de suenos.
6
Quiere a sus hijas, pero sin ellas los dias transcurren mansamente: la navegacion no requiere esfuerzo en aguas tranquilas. Hace todas las comidas en su estudio, contiguo a su dormitorio. Su vieja bata marron, la que Marguerite le bordo con soles amarillos el primer ano de casados, le cae alrededor en sedosos pliegues. Come tanto como le place, sin que Sophie este mirando su plato con el entrecejo fruncido, bajo las ordenes del necio de Ducroix.
Piensa en Sophie. Teme que este adquiriendo manias de solterona. Deberia dedicar algo de tiempo a buscarle marido. Deberia escribir a Claire, pedirle consejo, conseguir su ayuda.
En lugar de ello, da paseos por los verdes senderos de verano. Ha desempolvado para tales excursiones su antiguo sombrero de fieltro negro, unica reliquia de sus tiempos en los tribunales de Toulouse. El ala ancha, donde las polillas se han dado un festin, esta tan agujereada que parece un encaje. Deja pasar el aire, que sopla ligeramente alrededor de su cara.
Al otro lado del pueblo hay un campo que no parece distinto de los que lo rodean. Sin embargo, es el favorito de las alondras. Su canto sale a raudales del cielo azul, dia tras dia, solo en ese lugar.
Por la noche, el silencio lo envuelve como un ala. Cuando llega el sueno, el se acurruca en su blandura.
Una lechuza llama desde el haya que hay junto a la ventana y el despierta sobresaltado. Advierte que se ha salpicado una de las mangas con el jugo de la carne. Este creciente deseo de soledad que lo lleva a no cumplir con viejos amigos, con antiguos colegas, con sus hijas; la dificultad con que finge interesarse en los asuntos del mundo, ?cuando empezaron? ?A la muerte de su mujer? ?Cuando Claire se marcho a Toulouse? ?Cuando se caso con ese necio insoportable?
Lo han elegido para la nueva judicatura, pero incluso su trabajo, antes una pasion, ya no llama precisamente su atencion. Recuerda que creia que la ley existia para civilizar a los hombres. Y lo sigue creyendo, solo que no consigue que le importe mucho.
Es consciente de su aficion a los pequenos rituales, a los mimos que dedica a su persona. Me estoy haciendo viejo, piensa horrorizado. Y durante un largo minuto tiene verdadera dificultad para respirar.
Pero ?es posible, cuando el pasado le olfatea los talones, cuando la ninez le hace compania como su sombra? El corro de ninos lo sujeta en un oscuro pasillo de marmol, clavandole sus huesudos dedos en los brazos. Todavia se sabe de memoria el catecismo para los cortesanos con que lo atormentaban mientras le apretaban una fria navaja contra el cuello: «?Cuantas clases de nobleza hay?». Y el tenia que responder: dos, la nobleza de espada y la nobleza de toga. «?Cual es la mas reconocida?» La de espada, porque solo se adquiere despues de arriesgar la vida muchas veces…