Las aventuras de Huckleberry Finn - Твен Марк (лучшие книги .txt) 📗
Pero tenia tiempo de sobra. La tia Sally se quedo con el enfermo todo el dia y toda la noche, y cada vez que veia al tio Silas con aquella cara tan larga, me escapaba de el.
A la manana siguiente me entere de que Tom iba mucho mejor, y dijeron que la tia Sally habia ido a echarse una siesta. Entonces fui a la habitacion y, si lo encontraba despierto, calcule que podiamos inventarnos una historia que la familia se tragara. Pero estaba dormido y ademas muy pacifico, y palido, no con la cara toda encendida como cuando llego. Asi que me sente y espere a que despertara. Al cabo de una media hora llego en silencio la tia Sally y alli estaba yo, ?otra vez en un aprieto! Me hizo un gesto para que no dijera nada y se sento a mi lado, y empezo a susurrar que ahora todos podiamos estar contentos, porque todos los sintomas iban muy bien y llevaba mucho tiempo durmiendo, cada vez mejor y mas tranquilo, y que apostaba diez a uno a que cuando se despertara ya habria recuperado todo el sentido.
Nos quedamos alli mirandolo y al cabo de un rato se movio un poco, abrio los ojos con toda naturalidad, miro alrededor y dijo:
—?Hola! ?Pero si estoy en casa! ?Como ha sido? ?Donde esta la balsa?
—Todo va bien —respondi yo.
—?Y Jim?
—Igual —dije, pero sin mucho convencimiento. Pero el no se dio cuenta y dijo:
—?Bien! ?Esplendido! ?Ahora estamos en orden y a salvo! ?Se lo has dicho a la tita?
Iba a decir que si, pero intervino ella y va y dice:
—?El que, Sid?
—Hombre, como lo organizamos todo.
—?Que todo?
—Hombre, todo lo que ha pasado. Es lo unico que contar; como pusimos en libertad al negro entre Tom y yo.
—?Dios mio! ?Que lo pusisteis en …? ?De que habla este chico! ?Dios mio, Dios mio, se le ha vuelto a ir la cabeza!
—No, no se me ha ido la cabeza; se perfectamente lo que digo. Si que lo pusimos en libertad entre Tom y yo. Decidimos hacerlo y lo hicimos. Y ademas con mucho estilo. —Se habia puesto en marcha y ella no logro pararlo, sino que se quedo alli sentada mirandolo y mirandolo y dejo que siguiera adelante. Comprendi que no tenia ningun sentido que interviniera yo—. Pero, tita, nos ha costado muchisimo trabajo, semanas enteras, horas y horas todas las noches, mientras todos dormiais. Tuvimos que robar velas y la sabana y la camisa y tu vestido y las cucharas y los platos de estano y los cuchillos de cocina y el calentador, la piedra de moler y la harina y todo genero de cosas, y no puedes imaginarte el trabajo que nos costo hacer los serruchos y las plumas y las inscripciones y todo lo demas; no tienes ni idea de lo que nos divertimos. Tuvimos que hacer los dibujos de los ataudes y lo demas, las cartas nonimas de los ladrones y subir y bajar por el pararrayos, y hacer el agujero de la cabana y la escala de cuerda y meterla cocinada dentro de un pastel y enviarle cucharas y cosas para que trabajase, que te metiamos en los bolsillos del mandil…
—?Dios me ampare!
—…Y llenarle la cabana de ratas y de serpientes y todo lo demas para que le hicieran compania a Jim, y despues tu le hiciste a Tom quedarse tanto tiempo aqui con la mantequilla dentro del sombrero que casi lo estropeaste todo, porque los hombres llegaron antes de que hubieramos salido de la cabana y tuvimos que salir corriendo y nos oyeron y nos dispararon y a mi me dieron, y nos apartamos del camino y dejamos que pasaran, y cuando llegaron los perros no les parecimos interesantes, sino que se fueron adonde mas ruido habia; nosotros sacamos la canoa y fuimos a la balsa y estabamos a salvo y Jim era un hombre libre, ?y lo hicimos todo solos y fue estupendo, tia!
—Bueno, ?en mi vida he oido cosa igual! Asi que fuisteis vosotros, granujas, los que organizasteis todo este jaleo y nos habeis dejado a todos sin saber que pensar, casi muertos del susto. Me dan mas ganas que nunca de haceroslo pagar en este mismo momento. ?Pensar que me he pasado aqui, noche tras noche… espera a ponerte bien del todo, bribon, y veras como te saco el diablo del cuerpo a palos!
Pero Tom estaba tan orgulloso y tan contento que no podia pararse, y siguio dandole a la lengua mientras ella intervenia y escupia fuego todo el tiempo, los dos a la vez, como una reunion de gatos, y al final ella dice:
—Bueno, pasatelo todo lo bien que puedas ahora, porque te aseguro que como vuelva a cogerte hablando con el…
—?Hablando con quien? —pregunta Tom, dejando de sonreir y con aire sorprendido.
—?Con quien? Pues con el negro fugitivo, claro. ?Que te creias?
Tom me miro muy grave, y va y dice:
—Tom, ?no me acabas de decir que estaba bien? ?No se ha escapado?
—?El? —dice la tia Sally— ?el negro fugitivo? Claro que no. Aqui lo han vuelto a traer sano y salvo, y esta en la misma cabana, a pan y agua, ?y cargado de cadenas hasta que vengan a reclamarlo o lo vendamos!
Tom se sento de golpe en la cama, con la mirada encendida y abriendo y cerrando las ventanillas de la nariz como si fueran agallas, y me grita:
—?No tienen derecho a tenerlo encerrado! ?Largo!, y no pierdas un minuto. ?Sueltalo! No es ningun esclavo. ?Es tan libre como el que mas!
—?De que habla este chico?
—Lo digo de verdad, tia Sally, y si no va nadie ire yo. Lo he conocido toda la vida igual que aqui Tom. La vieja senorita Watson murio hace dos meses y sintio verguenza de haber pretendido venderlo rio abajo y lo dijo, y le dio la libertad en su testamento.
—Entonces, ?para que demonios querias ponerlo en libertad, si ya era libre?
—?Bueno, esa si que es una pregunta, he de decirlo, tipicade una mujer! Hombre, pues porque queria probar la aventura, y habria sido capaz de meterme en sangre hasta el cuello para… ?Dios santo, TIA POLLY!
?Que me muera ahora mismo si no estaba alli, justo al lado de la puerta, con un aire tan complaciente y satisfecho como un angel que se acabase de hartar de pastel!
La tia Sally salto hacia ella y casi le arranco la cabeza de un abrazo. Se puso a llorar con ella, y yo encontre un buen sitio debajo de la cama, porque me dio la sensacion de que aquello se estaba poniendo bastante dificil para nosotros. Mire por debajo y al cabo de un rato la tia Polly se solto y se quedo contemplando a Tom por encima de las gafas, ya sabeis, como si estuviera haciendolo pedacitos. Y despues va y dice:
—Si, mas te vale mirar a otro lado; es lo que haria yo en tu caso, Tom.
—?Ay Dios mio! —dice la tia Sally— ?es que ha cambiado tanto? Pero si ese no es Tom, es Sid; Tom esta… pero, ?donde esta Tom? Estaba aqui hace un momento.
—Quieres decir donde esta Huck Finn.. . ?a ese te refieres! Calculo que no he criado a un bribon como mi Tom todos estos anos para no conocerlo cuando lo veo. Estaria bueno. Sal de debajo de la cama, Huck Finn.